Los chinos son muy chinos. Y los japoneses son muy chinos pero más educados. ¿A qué viene esto? Pues a que hoy nos hemos zambullido de lleno en China Town de Bangkok, después de coger uno de los barcos típicos que te pasea por el río Chao Praya, un ejemplo de suciedad y contaminación, y que iba cargado de turistas.
El jet lag sigue haciéndome estragos. Pasan las horas y el sueño no aparece y cuando lo hace, lo hace tarde y mal. Ayer me conseguí dormir a las 7 de la mañana, que ya era hoy,... y no ha sido hasta las 13.00 de hoy que nos hemos puesto en marcha. Para empezar el día hemos encargado un curso de cocina tailandesa que haremos mañana miércoles. Luego hemos ido paseando hasta la estación central de tren para informarnos de los billetes en dirección a Ayutthaya, una ciudad al norte de Bangkok y repleta de templos y naturaleza que nos sale a camino en nuestra verdadera ruta hacia la provincia de Chiang Mai.
El viaje, que nos ha costado 15 baths, nos ha dejado a las puertas de China Town y la verdad es que ha sido una sorpresa muy agradable. Nos hemos dejado llevar por la corriente y hemos entrado en todo tipo de locales horteras, muy horteras y tremendamente horteras... Había tanto color de rosa que por momentos parecía que ibas a morir lenta y dolorosamente de felicidad, como si fuera el mundo de yupi en el país de la piruleta. Para que os hagáis una idea... Cojemos una tienda de los chinos usual. La multiplicamos por tres y ya tenemos un tamaño aproximado de cada uno de los locales. Pues como estos... Cientos. Y no exagero.
La verdad es que en comparación me ha gustado más que China Town de Nueva York por el simple motivo de que ha sido más cálido. Todo estaba más cerca. Aunque los chinos siguen igual de maleducados, a excepción de la única tienda en la que hemos entrado a comprar algo de papaya seca (como una golosina) que la regentaba un chino bueno. Bueno porque no nos ha estafado, nos ha indicado el camino y, cuando nos íbamos, nos ha llamado porque nos habíamos dejado un refresco que hemos comprado de FANTA de fresa.
Después de caminar durante más de una hora, antes de llegar a la estación nos hemos encontrado con otro buda dorado, el Wat Traimit, un monumento de cuatro pisos de altura que tiene un enorme buda dorado y donde a Clara le han llamado la atención por enseñar demasiada carne jejeje. Se ve que las chicas no pueden entrar ni con camiseta de tirantes ni con pantalones cortos.
Hemos alquilado un pareo (los mismos que no te dejan pasar o te riñen por exhibicionistas, cambian de rostro enseguida ofreciéndote un pareo por 20 baths) y hemos recorrido el lugar, con sus correspondientes donativos.

Antes, se me olvidaba, para premiarnos el tute de kilómetros, nos hemos relajado con un 'fish massage' que básicamente consiste en lavarte los piés, ponerlos en una pecera enorme en la que hay cientos de peces pequeños que te mordisquean los pinreles haciéndote cosquillas. 100 baths por persona y por 15 minutos nos ha parecido un precio bastante justo.
Después de la cena y como ya era de noche, hemos paseado por Kaho San (la calle del vicio) aunque a esas horas (sobre las 20.30) estaba bastante tranquila. Solamente nos habrán ofrecido el archiconocido 'ping pong show' una docena de veces. No hemos ido, que quede claro, a nosotros nos gusta más jugar con las pelotas con las paletas de toda la vida. Nos parece más... más... mmm no sé... ¿higiénico? Hemos chafardeado entre falsificaciones de ropa, regateando más o menos mejor y al final, el saldo ha sido muy positivo.
Ahora toca irnos a dormir (irme, de hecho, porque Clara lleva más de una hora durmiendo aquí al lado mientras yo tiqui-toqueteo con el ordenador), porque mañana a las 6 va a sonar el despertador para preparar todo el equipaje ya que después del curso de cocina, que incluye una visita a un mercado tradicional para comprar los productos de los seis platos que nos enseñarán a preparar, iremos a la estación para coger un tren rumbo a Ayutthaya, donde como mínimo pasaremos los dos o tres próximos días.
No sé cuando volveremos a tener internet aunque ya nos las apañaremos. Por lo demás, todo va muy bien, en lugar de pasar hambre creo que estamos engordando y la vida, con sus cosas buenas y sus cosas menos buenas, sigue su curso natural. Sin más...
Besetes!
Nunca había seguido el viaje de nadie a través de blog y hay que reconocer que es una pasada. Engancha a hacer el seguimiento diario y a esperar un artículo tras otro.
ResponderEliminarY si el que escribe es periodista profesional, un auténtico lujazo.
Decididamente este blog me gusta mucho más que el anterior. Es más claro esteticamente y resulta muy fácil el publicar comentarios.
ResponderEliminarLo de los peces me ha parecido una buena idea y he intentado probarlo. El resultado ha sido más que dudoso y me ha llevado a plantearme las siguientes cuestiones: ¿Había que quitarse antes los zapatos? ¿Qué se hace con los peces cuando se rompe la pecera al intentar sacarlos?
ResponderEliminarHola chicos:
ResponderEliminarPor fin puedo escribir, papá me lo ha dejado preparado. Esto es una prueba pero a partir de mañana os podéis preparar con mis recomendaciones. Besos.
Pobre papa sigue igual o peor que siempre con sus comentarios.
ResponderEliminar¡Buenos días!
ResponderEliminarPor fin he podido leer todo. Que Dino tenga jetlak a nosotros nos va muy bien. Así se entretiene escribiendo. De alguna forma. el blog permite participar del viaje y las descripciónes ayudan mucho a hacerse una idea.
Parece que está siendo muy interesante e intenso, a pesar de los problemas de sueño. Disfrutat mucho y ya nos contareis como ha sido el viaje en tren.
Besos
Enhorabuena chicos por este interesante blog. La verdad que nos hizo mucha ilusión saber la noticia de que ibais a narrar vuestra experiencia. Después de entrar en el primer blog que nos dio Clara y ver a un Liime Op de México DF, nos quedamos bastante sorprendidos y por qué no decirlo, extrañados. Menos mal que ahora ya hemos encontrado el vuestro. Seguiremos vuestras peripecias, "tailandeando" con vosotros. Disfrutad mucho y sed felices. Un abrazo!
ResponderEliminarLucía & Marcos (from Zaragoza..with love)